domingo, 28 de septiembre de 2008


“Hombres como vos ya no existen”, se escuchó ese día y realmente me di cuenta de cuanta verdad tenia esa frase por mas usada que parezca. Humildad, respeto, amor y responsabilidad son palabras que no aparecen en el diccionario de la sociedad actual. Pero mi abuelo las llevaba consigo de forma tan natural. Es difícil de explicar pero su mirada dejaba traslucir su significado con tal aplomo que dejaba anonadado a cualquiera.
Alguien supo decir en cierto momento que las personas estamos destinadas a grandes cosas pero solo algunos privilegiados logran alcanzar la grandeza, y sin lugar a dudas Carlos Alberto Silvestro lo hizo.
Aquel que a simple vista parecía un cascarrabias, escondía una persona totalmente diferente. Trabajador como pocos, tomaba la puntualidad y el respeto como máxima.
Podría hablar de su vasta trayectoria pero esa historia la sabe mas de uno, contada por el en innumeradas ocasiones. Solo me limitare a Carlos o mejor dicho al “abubito” como hombre, esposo, padre y abuelo. Ya que si tuve una excelente infancia en parte se la debo a mis abuelos, a Villa de los Aromos, al río por la tarde y a la famosa picadita.
Su lata de cerveza bien fría lo esperaba luego de haber estado protegiendo el jardín de doce nietos enérgicos; Sentados en la mesa de piedra bajo el enorme árbol mientras observábamos el atardecer, el contaba una de sus miles de historias. En lo personal la que más me gustaba era la del círculo de la vida y recién hoy le entiendo el real sentido a su explicación. O más aun cuando conoció a su “Chochita”, amor incondicional, amor como los de antes, los que solo se ven por novelas….
Así la tarde le daba paso a un sin fin de estrellas que iluminaban la casa y el verde césped acariciado por un suave rocío.
La luna que iluminaba facciones bien definidas a lo italiano, nariz pronunciada y peinado casi perfecto dejaba entrever su gran humor y su amor por la familia.
Familia que religiosamente estaba unida los fines de semana en “los aromos”, al principio y luego en reuniones dominicales, las cuales eran una obligación voluntaria.
En mis años de estudio de materias sociales, he aprendido, repasado y me han examinado sobre mis conocimientos de la familia constituida, el ámbito privado y demás, pero solo de sus gestos, accionar y sus palabras logre comprender a conciencia cierta de su significado.
Yo lo ubicaría humildemente como un prócer, el cual tenía fieles seguidores, “sus 13 nietos”, los cuales con brazos en alto entonaban un himno característico al unísono… “abubii abubiiii” y sigue, lo corto porque es casi tan largo como el creado por Vicente López y Planes.
Solo me resta coincidir con lo escuchado esa noche, que sintetiza de alguna manera a Carlos Alberto Silvestro…. “Hombres como vos ya no existen”.

2 comentarios:

Unknown dijo...

La verdad primo, que mientras leia el texto de "Divagar por amor", estaba pensando en discrepar de vos por la sola razón, que si creo en el gran amor, porque eso nos enseñaron la cho y el abu, y eso es lo que busco yo para mi vida, un amor como el de ellos!! y no va, que a medida que bajo me encuentro con la hermosa foto de MI ABUBITO!! y las cosas hermosas y reales que escribiste de él, pq él es un procer, una figura intachable que nos acompaño, nos crio y compartio todos sus conociemientos con nosotros. Creo que hemos sido unos privilegiados de tenerlo a él y a la cho como abuelos porque creo que abuelos como ellos no existen!!

Anónimo dijo...

Gracias primo...Cuánta verdad...y yo lo voy a escribir entero:
¨ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....ABUBIIIII.... ABUBIIIITO....¨
Abrazo hermano
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